viernes, 2 de abril de 2010

Recuerdos

Recuerdo a un niño que siempre estaba temeroso de que su papá llegara a casa, ya sea del trabajo o de alguna parranda. Sentía tanto miedo de su padre porque él siempre buscaba un pretexto para maltratarlo, para pegarle, para decirle que era un maricón. Uno de esos pretextos era su hija mayor. Algunas veces cuando ella se enojaba, le decía a su papá que su hermano le había pegado. El niño recibía por eso, golpes y humillaciones. Ese niño con el tiempo, no sólo se fue llenado de odio hacia su padre, también hacia esa niña que le decían que era su hermana. Y ella por su parte, conociendo la situación, siempre trataba de insultando, de humillando. No sé si ella sentía que eso le daba cierto poder sobre aquel niño que con los años se convirtió en adulto. Un adulto lleno de odio que siempre trataba de ignorar comentarios por el temor a reaccionar de manera violenta. Esa violencia con la que se ganó el miedo y respeto de algunas personas...

Actualmente, él se siente como bomba de tiempo, siente que puede estallar en cualquier momento, que no le importaría hacerse daño a si mismo, acabar con su carrera y con sus años de esfuerzo tan sólo por darse el gusto de destruir a esas dos personas que tanto daño le hicieron...

Hoy, él estuvo a punto de estallar contra ellos, sin importarle nada, pero su hermano lo detuvo a tiempo, antes de que cometiera una tontería. Después de eso, él se quedó sentado un buen rato pensando en todo ese odio que a través de los años lo ha ido consumiendo, pensando que eso no es bueno. Hoy él deseaba deshacerse de todas esas imágenes, de todos esos recuerdos, de todo ese odio...

Hoy, él estuvo pensando que aún sigue siendo ese niño al que tanto tiempo lo enseñaron a odiar, pero nunca enseñaron a perdonar...

Siempre es un placer escribirles...

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