viernes, 24 de abril de 2009

La esperanza muere al último...

¿Quién no ha tenido una de esas relaciones codependientes? Esas que te destruyen día a día, y aunque algunas veces estás conciente de eso, no te importa, porque "ese amor" es como el efecto que produce el valium.... Bajo esos efectos, tu pareja podrá maltratar o fracturar tus sentimientos, pero no te importa, "porque estás bajo el efecto de ese valium", ese que te hace sentir bienestar aunque en realidad te está haciendo pedazos, que te hace sentir adicción y que cambia la percepción de tus sentidos....

"Cuando pierdes ese amor", sientes que no puedes vivir, porque ya eres dependiente, porque empiezas a sufrir "ese síndrome de abstinencia" que te hace sentir enfermo, que te mueres porque necesitas "ese algo" para vivir, porque te sientes tan vacío...

Pasa el tiempo, "los síntomas van desapareciendo", ya no sientes necesidad por estar con esa persona, dejas de sentir ese síndrome de abstinencia y empiezas a abrir los ojos, empiezas a darte cuenta de la magnitud de los daños que esa relación provocó en tu persona. Sin embargo, a pesar de darte cuenta de eso y de ser conciente de todo el mal, te queda esa espinita, esa añoranza de recuperar "ese algo perdido" que te hizo tanto daño, pero bajo sus efectos, te hizo sentir que nada más allá de eso importaba....

Pasa el tiempo, 2, 3, 5....10 años, te reencuentras con esa persona. La ves a los ojos y añoras sentirte nuevamente bajo sus efectos, te diriges hacia ella, ahora de manera cautelosa, y al conversar, te das cuenta de que sus palabras siguen siendo un hierro candente, el mismo hierro candente que siempre se hundía en tus entrañas y que ahora te produce un dolor espantoso que no puedes ignorar porque ya no estás bajo "ese efecto similar al valium" que te producía "el amor... Sin la presencia de ese efecto, ves a la persona tal y como es, y no tal y como la recordabas. Ahí te das cuenta que viviste enamorado de un fantasma, de algo que tu mente creó bajo los efectos de una droga. Ahí es cuando muere tu esperanza, la esperanza de reencontrarte con esa persona, la esperanza de reencontrarte con ese algo que te hacía sentir también aunque te tratara de forma miserable..... Es en ese momento cuando tienes la capacidad de levantarte y decir: gracias por hacer que terminara de olvidarte....

Siempre es un placer escribirles....

jueves, 16 de abril de 2009

Y después de Semana Santa...

Ya pasaron los días en los que casi todo México se la pasó reviviendo y sufriendo la pasión de Cristo, los días en los que la gran mayoría no come carne roja "porque es pecado", en los que no se puede tener sexo o escuchar música "porque hay que guardar luto". Esos días que algunos aprovecharon para asolearse y remojarse un poco, ya sea, en la playa, en balnearios o en las "playas artificiales de Marcelo". Esta semana regresamos al tráfico extremo, lleno de mentadas de madre, histeria y cláxonazos, regresamos a quere chingarnos al prójimo, ya que bien rápido se nos olvida que la semana pasada sufrimos como nunca para buscar la redención de nuestros pecados...

Ahora es tiempo de pecar, de tener sexo con el(la) amante, de comer con gula, de desearle lo peor al prójimo, de robarle al que se deje, total, en Diciembre tendremos la oportunidad caminar kilómetros y kilómetros hacia la Basílica o de cruzar todo su átrio de rodillas, o bien, el siguiente año regresará semana santa y seremos los primeros en cargar cruces y lacerarnos para buscar nuevamente la redención de nuestros pecados....

¡Éste es mi México y ésta es su gente!

Siempre es un placer escribirles....