viernes, 31 de octubre de 2008

Día de muertos

Cuando era pequeño me gustaban que llegara el 2 de Noviembre porque ibamos al panteón, y ahí, más encontrar caras tristes, encontraba a personas festejando a la muerte, ya sea colocando ofrendas en las tumbas o llevando música viva (norteños o mariachis) a las mismas. Ese día me gustaba porque por la noche "podía pedir mi calaverita". Recuerdo una vez, después de ir al panteón, fuimos con un tío que vive en Chimalhuacán (estoy hablando de hace unos 25 años, cuando éste todavía era un pueblo), también recuerdo que esa noche, para pedir nuestra calaverita, mis primos y yo improvisamos algo que llamara la atención, y con una botella y una veladora, hicimos una especie de lámpara y estuvimos recorriendo el pueblo por la noche. En ese tiempo, la gente se portó muy generosa dandonos dinero, y con "las donaciones", compramos pan de muerto. De regreso, hicimos una fogata, charlamos y reímos casi hasta el amanecer mientras comiamos lo que considerabamos un pan suculento.

Cuando tenía alrededor de 20 años, otra cosa que aprecié bastante fue el ver como la gente en un pueblo cercano a Toluca ponía ofrendas enormes a sus muertos. Estas ofrendas tenían papel picado, vasos con agua, platillos, pan de muerto, frutas, dulces, etc... Los platillos, eran generalmente, la comida que más le gustaba al muertito, y en algunos casos, se colocaban cervezas o botellas de licor destapadas para que los difuntos acompañaran los platillos. A partir de ese momento, cada día de muertos procuro poner una ofrenda aunque sea pequeñita en la casa.....

El 31 de Octubre (día de los niños difuntos), la misma fecha de hoy, las personas de ese pueblo cercano a Toluca, además de las ofrendas, colocaba caminos de pétalos de flores que iban desde una calle principal, hasta las puertas de sus casas, con la finalidad de mostrarles a los niños fallecidos el camino a casa y que éstos pudieran disfrutar de las ofrendas que para ellos se colocaban.

Cerca de ese pueblo, había otro pueblo donde se hacía un tiánguis y ahí vendían infinidad de cosas para las ofrendas. Ahí podías encontrar desde la clásica calaverita de dulce, hasta charamuscas. Para los que no sepan lo que es una charamusca, es un dulce muy duro de azúcar fundida con la siguiente figura...


En ese mismo pueblo aprendí como horneaban otro tipo de pan de muerto en un horno de tabique donde calentaban piedras al rojo vivo con leña, una vez que las piedras estaban al rojo vivo y la leña se consumía, eliminaban la ceniza que se generaba, y con el calor que despendrían las piedras, horneaban el pan. Un trabajo duro, porque sólo utilizaban una especie de espátula enorme para colocar dentro del horno y sacar el pan del mismo. Siempre me ha parecido bonito acercarme a viejas costumbres y me parece una lástima que poco a poco sean desplazadas por nuevas costumbres anglosajonas como el Halloween. Si bien creo que es divertido para los niños disfrazarlos para que pidan dulces, también creo que deberiamos acercarlos un poco a esas viejas costumbres, aunque sea para que en el futuro sean un recuerdo más en su memoria.....

Siempre es un placer escribirles.....

1 comentario:

paola dijo...

=) qué bonito aqui no se hace eso...