jueves, 3 de septiembre de 2009

Tranquilidad

Recuerdo a un niño que se la pasaba trabajando, que pensaba que la vida era muy dura y que todos los demás niños de su edad eran muy inmaduros porque sólo pensaban en jugar o ver caricaturas. Recuerdo que este niño a muy temprana edad conoció el poder que le daba el ganar su propio dinero y algunas veces incluso tuvo su propio negocio en el comercio informal. Ese niño sufrió de maltrato fisico y mental, pero ni los abusos, ni las tormentas de la vida lo doblegaban, por el contrario, siempre sintió que eso lo hacía más fuerte y lo aceptaba con coraje y hasta con cierto orgullo..

El niño fue creciendo al mismo tiempo que crecía su rabia, su ira, por todo el maltrato al que siguió siendo sometido, a tal grado que incluso llegó un momento en que deseó que la locura se apoderara de su mente para poder abandonarse y evitar así el odio que sentía por todos y todo lo que lo rodeaba...

Pasaron los años y ese niño se convirtió en adulto, un adulto que se sentía invulnerable, una máquina perfecta, el que al percibir el menor indicio de agresión, respondía de manera muy violenta. Alguien que pensaba que todo aquel que quisiera hacerle daño tendría que pagar un precio muy alto, alguien que aprendió a responder a las condiciones más adversas..

Hace algunos años su vida fue como un huracán que le enseñó que no era invulnerable, que lo hizo volcarse dandole muchos golpes donde más le dolía, a tal grado que deseó volverse inerte porque sólo así acabaría con su dolor.... Al término de ese huracán que le hizo pedazos la vida y que lo hizo ver su suerte, decidió no volver a levantar los pedazos de su vida pasada, decidió crear nuevos cimientos, empezar de cero, pero ya con otra visión, con otros sentimientos. Ya no con ese odio ni con ese orgullo que en el pasado había sentido que lo hacían más fuerte, sino con el corazón en la mano y dando gracias a que esa tormenta que lo hizo volcarse también se llevó el odio y el coraje hacia todo. Ahora se siente tranquilo, y aunque sabe que empieza un nuevo ciclo en su vida, lo vé como un nuevo reto... Ahora se siente como el niño que nunca fue, como el niño al que se le está brindando la oportunidad de participar en un juego nuevo del cual podrá disfrutar por primera vez en su vida.....

Siempre es un placer escribirles....

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