martes, 22 de julio de 2008

Yo quiero una boda de pueblo

El Sábado por la tarde fui a una boda en un pueblo que estaba adelante de Texcoco, cuyo nombre era tan raro que no lo recuerdo. Llegamos, comimos y mientras comiamos estaba sonando un conjunto que no paró de decir que era el último remanente de "Lobo Hombo" (que pinche afortunado me sentí) y que se la pasó tocando cumbias, semi-norteñas y cha cha cha (no saben lo extasiado que estaba, jajajaja). Una vez que terminamos de comer, empezó a tocar un sonido (no recuerdo si era "El chafiota", jajajaja) y estuvo como hora y media tocando el clásico vals de los novios, familiares y padrinos (lo bueno es que sólo duró unos 10 minutos), seguido de unas cumbias y salsa (un ambiente casi orgásmico). Después de esa hora y media empezó a tocar un grupo norteño, cuyo nombre tampoco recuerdo) y fue en ese momento en el que pude observar muchas de las cosas que nunca faltan en las fiestas de ese tipo.
¿Cuáles son esas cosas?
Pues nunca faltan los invitados que parecen aves de rapiña, llevandose los centros de mesa, que consisten en un canastito de plástico con unas cuantas flores. En verdad que eso se vé horribleeeee y más cuando sabes que por 100 pesos en cualquier florería de rancho puedes comprar un arreglo mucho mejor al que ponen en esas mesas. Tampóco falta el clásico wey cínico que pasa riendose frente a todos, sintiendose de los más inteligente porque va caminando disque ocultando las botellas de licor que "va recolectando" de otras mesas para seguir la parranda con sus amigos que igual lo están esperando en una mesa con risas idiotas, sintiendose tan astutos y llenos de complicidad. Tampoco faltan el wey que se la pasa enviando saludos a los familiares que viven en el gabacho, creyendo que eso hará a la familia "verse internacional" al mencionar que viven en Riverside, California, aunque esos familiares actualmente vivan aglomerados en un cuartito y sobrevivan lavando platos en ese lugar. Otra cosa que observé con gran admiración fue a un tipo que se sentía que escapó de una de las películas de los hermanos Almada, con gabardina de piel, sobrero y botas y que terminó bailando salsa con otro tipo de aretito cuando ya traían unas copas encima, haciendo una escena digna de la serie "Queers as folk", jejejeje.
¡Ahhh! otro cuadro que pude observar es el clásico pariente alcohólico que ya tiene a la esposa bien encabronada (enojada) y a la hija llorando porque ya es de madrugada y se quieren ir, mientras él, en estado inconveniente se la pasa mencionando: todavía es temprano y ya me están hechando montón quieren llevar, si apenas la fiesta está comenzando, jajajajaja. Otros cuadro relacionado al alcoholismo, es el clásico pariente al que tienen que detener entre varios porque ya se siente Mike Tyson y quiere pelearse con algún invitado "que se le quedó viendo feo", jajaja.
Por otra parte, siempre he pensado que "el duranguense" lo bailan como si tuvieran un ataque de epilépsia con episodios tónico clónicos, jajajaja, y fue sorprendente cuando ví que en ese pueblito las cumbias, las salsas, las norteñas y la banda sinaloense lo bailan con si fuera duranguense, sólo que variaba la velocidad, jajajajaja. Recuerdo que me preguntaron si estaba aburrido y mi respuesta fue: no, para nada, por dentro sólo pense que esa era una bonita experiencia donde pude recordar porque hace tanto tiempo no iba a ese tipo de fiestas, jajajaja.
Si algunas vez me llegas a leer Tanos, no sabes como odiaba esas fiestas a las que hace más de 10 años me llevabas, nunca te lo dije, pero creo que ya es hora de dar la cara, como diría mi querida Paola.
Siempre es un placer escribirles...

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